domingo, 7 de abril de 2013

Semillitas...


La verdad es que no sé como contaros esta historia. En casa tenemos muchas ganas de que llegue la primavera. Las plantas no son nuestro fuerte. Tenemos cuatro y parecen inmortales porque han durado un huevo y les hacemos la "ola".  A tener en cuenta que vivimos en un espacio bastante pequeño, en medio de la ciudad y el sol apenas aparece. Hay cinco maceteros, de los cuales entre cortinas y sofá, sólo se ven tres.  Y como los tiempos de bonanza pasaron, pues hemos decidido que compramos "compos", unas semillas y a ver qué pasa. Llevamos con el "compos" unas semana en la cocina porque como hace muy mal tiempo no nos hemos atrevido. Al final, no aguantaban con el compos en la cocina y decidieron ponerse manos a la obra. 

- ¿Llegaron por fin la semillas que pedí por internet?
- Sí. ¿Qué pediste?
- Pues mira, geranios variados, margaritas y claveles. Por probar a ve si sale algo. Total por 10€, qué quieres. (En una terraza en Madrid? Doscientas semillitas que vienen en cada sobre en una jardinera de menos de un metro? No sé cómo sobrevivo a a tanta estupidez junta).

Total. Los tres maceteros con el "compos" puesto. 

- ¿Sabes cómo se plantan?
- Ni puñetera idea. Tu echa y reparte. Luego removemos un poco con los dedos y los regamos. (A ver si Sor Maravillas nos ayuda un poco). 

Y en esas estamos, con un frio del copón, lluvia, y sin un mínimo rayo de sol. Las pobres semillitas tratando de sobrevivir en un mundo hostil. Y sobre todo en un mundo apretujado.  El futuro no está claro. Hay tres opciones. Que crezcan a mogollón y esta casa se convierta en el Mato Grosso, que lo dudo. Que lo hagan siguiendo su destino. O que mueran en el intento.

A mi me gustaría que vivieran.

domingo, 20 de enero de 2013

Derechos adquiridos...



- Me gustaría saber cómo podemos quitarle a la perra los derechos adquiridos o las costumbres arraigadas que tiene. (¿No podíais hablar de otra cosa que no sea de mí, como hace todo el mundo? Vamos a ver. ¿Y si pruebas primero contigo? Mira, si os ponéis a hablar de corrupción, ya tenéis para años)
- ¿A qué te refieres?
- Pues a las galletas que le doy y que no son "premios". Las gratuitas, la de cuando vuelvo a casa o cuando saco la basura.Vuelve a estar como una foca. (Ya estamos otra vez con la misma vaina. ¿No os percatáis de que es el pelo? Lo he dicho por activa y por pasiva. Además, mírate al espejo, querida, que te pierdes por un chocolate). O la costumbre de darte el coñazo con la puñetera patita cuando quiere algo. (Cómo queréis que os lo pida, ¿hablando? Veo con sorpresa que la taradez mental se ha instalado en esta casa. Primero lo intento con los ojos, pero no hay tu tía.
- Yo no le doy galletas casi nunca. (Mejor disimula, que me llevas en brazos hasta el soportal cuando llueve mucho).
- Ya. Yo no lo consigo. Me siento obligada a dárselas. Todos los adiestradores del mundo, dirían lo mal que lo hemos hecho con ella en el tema educación. Tiene muchas manías y no sé dónde las ha aprendido. (Serán de tí, maniática donde las haya. Dime tu si no es manía colgar las toallas con la etiqueta para adentro. Y esa es una de tantas).
- Vale, pero luego es una perra buenísima. 

Dejarme ser yo por favor.

jueves, 3 de enero de 2013

Un mundo nuevo...


Ya hemos vuelto a casa. Qué trajín nos hemos traido. Hemos pasado un sin fin de estoy y no estoy. Agobio mil, no sabía quién me quería y quién no. Un sin vivir, el no saber si me iban a poner la comida o no. Una desesperanza de miedo. Un miedo aterrador. Menos mal que no me han falllado. Siempre están ahí. Pero no sé qué me pasa que me entra un terror inexplicable a que me abandonen y no paro de gemir, desde que veo una maleta,  hasta que feliz me meto en el transportín. Entonces sé que me llevan a casa, cualquiera que sea. Todas las casas son nuestras cuando llegamos. Nos aceptan con todas nuestras consecuencias. No tenemos miedo de preguntar si nos reciben o no, nos reciben porque nos quieren. Guau!!!! Tengo mucha suerte.... Vamos a hacer un mundo nuevo.... Lleno de vida, de verde, de amores volando y que caigan donde sea... Pero que caigan por favor.