domingo, 17 de octubre de 2010

No veo el mundo...


No lo puedo evitar. Cuando tengo una porra delante, no veo el mundo. Los Domingos por la mañana, antes de subir a casa, compramos porras y churros. Es entonces cuando experimento cambios físicos. Se me nubla la vista, me entran sudores fríos, todo desaparece a mi alrededor excepto la bolsa donde va el material que comentamos. Automáticamente se me coloca un plato como este en cada ojo, como al tío Gilito. Voy andando mirando para arriba, a la bolsa, en vez de recoger toda la porquería del suelo  con la barba. Y no me despego ni un ápice de las piernas de la jefa. Y es que me apasiona todo lo que hace "cronch" en la boca. Y más todavía si tiene grasilla.

martes, 12 de octubre de 2010

Plantitas...

El otro día estuvimos en el invernadero y compramos estas plantitas para la terraza. Espero que nos duren todo el invierno. Las flores están dentro de casa y tienen un color alucinante, aunque ya sabemos que no viven mucho tiempo.