martes, 2 de febrero de 2010

Cabreo sordo......


Grrrrrr!!! Mediodía, como siempre:

- "Nora, vamos a la calle"

Yo feliz, sigo mi ritual: me estiro, me sacudo, me atuso y voy trotando (literalmente) hacia la puerta. Hasta ahí todo fenomenal pero cuando llegamos a la calle de la veterinaria y peluquería, me empiezo a mosquear.  Me la conozco de memoria, la huelo. Y a mi jefa no se le ocurre otra cosa que decir:

- "Lavar y peinar, por favor. Todavía no le quiero cortar"

De repente me quedo de plástico, no doy crédito. ¿Pero cómo me puedes hacer esto a mí? ¿No habíamos quedado en que nada de peluquería hasta primavera que hace más calor? No he conseguido que el peluquero entrara en razón. Para cuando me he dado cuenta me han rapado sólo el ojete, según la jefa, con muy buen criterio. Después de haberme bañado varias veces en casa montando el consiguiente pollo, sin dejarme secar ni cepillar, en la pelu me han quitado los nudos a boinazos. Así que tengo un cabreo, sordo es poco. Ya se me pasará porque viene la abuela a pasar unos días a casa y en el fondo ha sido para que esté impecable.

En la foto estoy con el pelo corto porque ahora mismo estoy con los pelos como Janis Joplin, cosa que a mi no me disgusta en absoluto.