Así estoy. Y pensar que todo empezó con un simple "creo que a Nora le huele un poco la boca". Y en unos meses, pasó a:
- Igual hay que hacerle una limpieza de boca porque está alcanzando un grado de tufo importante.
- Ya. Es un pastón porque lo que cobran es la anestesia.
- Pues ya que le tienen que anestesiar, ¿porqué no aprovechamos y que le quiten ese "granito" de la espalda? Total, tarde o temprano habrá que quitárselo. A tenor de la raja que me han hecho, de "granito" nada.
A la cicatriz no llegaba ni con la pata ni con la boca. Al tercer día, después de practicar el descoyunte de cuello, llego con la boca. Collar Isabelino, con dos cojones. Y me pasa una cosa que nadie se lo explica y es que me quedo como si me hubiera dado un aire y me hubiera convertido en estatua. Le echo un cuento de narices. De repente alguien ha dicho, "creo que ahora está practicando con la pata de atrás, igual hay que empezar a ponerle el Isabelino en plan falda" Horroooooor....