Este es uno de los adornos que hemos puesto en casa. Tiene bemoles la cosa. Yo me hago la invisible, no vayan a colgarme alguna. No sé porqué, pero le da al termómetro un cierto toque erótico que no me acaba de convencer. Lo bueno es que cuando entras en la cocina y lo ves, no puedes evitar la sonrisa. La jefa ha dicho: "Como se te ocurra colgar la foto, te vas a enterar. Vamos a ser la mofa y escarnio de todo Internet". Ayyyy pobrecita mía. Si tenemos quince seguidores.... Eso sí, hay que cuidarlos como oro en paño.
El termómetro ya estaba, lo innovador son las bolas........